Hoy es domingo
Desde temprano he sentido el duro lomo de los botes
Los pescadores ya han hundido en mí
Las redes y los anzuelos
Para ellos como para mí
Hoy es un día semejante a cualquier otro
Lleno de vientos de alcatraces
Y de nombres antiguos de navíos
Y de sol
De este tenaz sol que entibia y clarifica mis sales
Concediéndome sencillamente
la vida
Ellos los pescadores permanecen atados a mi
encanto
La vieja ciudad no despertará conmigo
Todo este día dormitará triste
Con sus agrios vapores y sus calles desnudas
Ajena a los bañistas que pronto llegarán
A buscarme sin asombro
Como a celebrar ese encuentro
De elemental rutina dominguera
Llegarán a dejar sus excreciones y sudores
En la intimidad de mis aguas
Los veré jugar en la arena correr
Leer los periódicos del día beber
Amarse con la complicidad de mis olas
E irse con el atardecer
Quedarán los desperdicios de su jolgorio
Sus botellas y colillas y sobras y despojos
Que decoloran lentamente mi azul
Y hacen menos intenso mi inmemorial insomnio