martes, 18 de diciembre de 2012

AL AMANECER DEL 11 DE NOVIEMBRE DEB 1811 PEDRO ROMERO TOMA CAFÉ EN EL PRETIL DE SU CASA.



¿Habrá otro cielo tan semejante al de mi Cuba?
Qué otro azul copiaría al que ahora
Me inunda y tiñe mis pulmones
Qué otro ligaría con este sol
Que toma por el brazo al día
Y lo conduce – formal – por la Calle Larga
Desierta
Y lo emboca
Al arenal enorme que une  o  separa
El arrabal de Getsemaní
Con la Boca de Piedra
Que en adelante guarda
Los caserones    las calles encogidas    los balcones
La ciudad de Cartagena de Indias  - La Bella –
Y el mar
¡Para qué otro lugar del universo que no sea éste!
 *  *  *
Pero hoy a mi corazón  lo urge el miedo
Aunque en su centro contiene todo el ardor
De mi fragua y mis crisoles
Vive ese miedo que uno mismo
A uno mismo se confiesa
El miedo que evidencia el final de una jornada
Donde estarán el llanto   el sudor   y   la muerte
El miedo de macho que nunca es por uno mismo
Sino por aquellos que engasta en su alma
                      *  *  *
Ahora
Un enjambre de pericos y de cotorras pasa
Hacia los manglares
Untándose de azul queda  una gaviota
Que se orienta –   como yo   –
Como el nervio de toda esta muchedumbre
Que ahora se despereza
Como mis lanceros
Que dentro de unas horas   harán suyos
Los baluartes
El regimiento de El Fijo
El Palacio de la Gobernación
Donde una junta de gobierno  -  muerta de miedo   -
Firmará una declaración de libertad
Que desde ya nos pertenece.

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