Yo no dije que no atardeciera
Y que mi huésped solitario
Hubiera abandonado su vigilia
En verdad no tengo memoria
Del porte que traía el arco iris
Que ocultaban sus manos
Confieso que fue extraño y fácil
Verla crecer como
un ifrid
Que surge de una lámpara
Por eso a partir de ella
Contuve el aliento y no advertí
Cuando entré por su ventana
Si confirmo que al pairo y a la sombra
Como Sísifo me ocupo
De atrapar soltar
y atrapar sus golondrinas
Y viajo por su sangre para reconocerla
Al par que enhebro el gozo
Justo al borde su muerte
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